viernes, 17 de mayo de 2013

CONSEJOS PARA NO METER LA PATA EN EL EXTRANJERO (PARTE I)


        Si vas a viajar al extranjero debes saber que el mundo está lleno de costumbres raras, así que Allá donde fueres…” ni se te ocurra hacer esto:
 
       1. Dejar clavados los palillos en un tazón de arroz.
Dónde: en China y Japón.
Por qué:  da mucho yuyu; se considera un símbolo de muerte: solo se hace así en las ofrendas funerarias en templos y cementerios. También está feo pinchar las viandas con los palillos, revolver con ellos la comida para pillar tajada o cazar moscas, como en Karate Kid.

       2. Comer con la mano izquierda.
Dónde: en la India, Pakistán y algunos países árabes.
Por qué: ¿a que no habéis visto rollos de papel higiénico en los váteres de la India (no me refiero a los de los hoteles para turistas)? ¿Y cucharas en los restaurantes? tampoco: se come con los dedos o con un trozo de chapati. La mano izquierda es la que tradicionalmente se ocupa de cuestiones de higiene personal. Por lo tanto, cada vez que se come o se saluda, se utiliza siempre la mano derecha, la mano pura. Si te perdiste el episodio de Barrio Sésamo sobre izquierda y derecha, ponte al día. ¿Y qué pasa con los zurdos? Ah, se siente…
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        3. Tocar la cabeza o mostrar la planta del pie.
Dónde: en Tailandia y otros países del sudeste de Asia.
Por qué: para los budistas la cabeza es la parte más sagrada del cuerpo, el contenedor del alma, al contrario de lo que ocurre con los pies: mostrar la planta desnuda o tocar o señalar con los dedos del pie se considera un acto grosero e irrespetuoso.
Pies
        4. Hacer chistes sobre la familia real.
Dónde: en Tailandia (gracias a Dios, en España esas cosas no pasan).
Por qué: cualquier comentario irrespetuoso sobre el rey se considera delito,y puede dar con tus huesos en la cárcel. También puedes tener problemas por lamer un sello, pisar una moneda o arrugar un billete con su efigie. Por si acaso, no cantéis el Rama rama ding dong.Billete
        5.  Llamar Mohammed a tu osito de peluche.
Dónde: en casi todos los países islámicos.
Por qué: ¡blasfemia! No, no os riais. En 2007, en Sudán, Gillian Gibbons, una maestra británica, fue condenada a recibir 40 latigazos por llamar Mohammed  (Mahoma, en árabe) a la mascota de la clase, un osito de peluche. Al final fue indultada, pero tuvo que abandonar el país.Peluche